¿cuántas cosas estás dispuesto a dejar atrás para avanzar?

Todos los días antes de acostarme, hago una lista de las cosas que voy a hacer el día siguiente con el fin de no desenfocarme, ser más productivo y no perder tanto tiempo.

En el transcurso del día mientras voy cumpliendo con cada tarea voy poniendo un chulo o resaltando la tarea en señal de que la cumplí. Esto me genera confianza en mi mismo y a la vez es como si me dijera que todo lo que me propongo lo puedo lograr y así es.

Eso no quiere decir que todo salga a la perfección y que no se presente ninguna circunstancia en el día, es todo lo contrario. Cada vez que quieres controlar algo ese algo se sale de tus manos y ahí radica la dificultad.

La dificultad es querer controlar y la sociedad, la familia y la cultura nos lo impronta desde pequeños sin percibir el daño que nos hacen, ya que el querer controlar te resta energía, te hace sentir que no eres capaz y va trabajando de manera negativa lentamente en el subconsciente.

Soltemos el control, no nos creamos dioses, dejemos que las cosas fluyan, cuando cambias tener el control por el dejar fluir ves las cosas desde otra perspectiva sin perder el foco y al tiempo te das cuenta que todo lo que has sido, todo lo que eres y todo lo que serás depende solamente de ti.