La endulzada de la selección

Esta mañana las redes sociales (Facebook y Twitter) se llenaron de tricolor y esperanza. Pude llegar a leer estados como: "Vamos mi selección" "Hoy terminamos de pagar el tiquete a brasil" y fotos de pseudo hinchas luciendo su camiseta nueva, la original, por la que se endeudaron esta quincena o la sacaron fiada en algún almacén donde solo te piden cédula para abrirte el crédito y uno como todo buen Colombiano que esta reportado en la centrales de riesgo no la puede sacar, pero va y lleva a la mamá para que se le sirva de fiadora; y la mamá muy alcahueta accede sin saber que su hijo terminará pagándola, si es que la paga y al triple debido a los intereses. También había fotos de niñas posando como para portada de película porno de bajo presupuesto con la camiseta de la tricolor puesta, es decir degradando más al país. Está bien que muchos hombres prefieran el fútbol que a ustedes, pero tampoco hagan tanto esfuerzo para llamar su atención. La calle peor aún casi todo el mundo con la camiseta puesta, rostros alegres como perdidos en su equipo, porque no es la religión si no el fútbol, el opio del pueblo. A mí en la oficina me dijeron que podía ir a trabajar de cualquier jean, zapatos o tenis cualquiera, pero con la camiseta de la selección Colombia. Que si no iba con la camiseta de la selección Colombia, entonces iba de uniforme ¡Qué! ¿No les parece eso atentar contra el desarrollo de mi libre personalidad y la libre personalidad de todos mis compañeros? A mí no me gusta eso, Yo le voy es al DIM y al Sporting Cristal, mi amor futbolero no me alcanza para ser hincha de una selección y mucho menos una selección tan mala. Ver jugar a la selección Colombia era bueno en el 93 cuando la conformaban Óscar Córdoba, Luis Fernando ‘Chonto’ Herrera, Luis Carlos Perea, Alexis Mendoza, Wilson Pérez, Leonel Álvarez, Gabriel Jaime ‘Barrabás’ Gómez, Freddy Rincón, Carlos ‘El Pibe’ Valderrama, Faustino ‘El Tino’ Asprilla y Adolfo ‘El Tren’ Valencia. Todos dirigidos por Francisco ‘Pacho’ Maturana.

Esa sí era mi selección, la que escribió los mejores momentos del fútbol profesional en Colombia; Colombia selló con ese triunfo un tremendo proceso en el estilo y la mentalidad de juego, que incluso cambió algo de la esencia del país. O como el minuto de Dios de Freddy Rincón en ese partido contra Alemania, donde todos lo dábamos por perdido, william vinasco narraba y decía - No hay derecho, no lo merecíamos, yo no canto ese gol- íbamos perdiendo 1-0 era el final para Colombia. La repetición a nombre de corporativa de ahorro y crédito Concasa nos confirmaba que el gol de Alemania si era cierto.
Minuto 45:09 del segundo tiempo y Diego Alonso Barragán Rodríguez, en ese tiempo preparador físico de la selección, se le veía el desespero y les gritaba a sus muchachos. Minuto 45:16 del segundo tiempo y mientras Higuita hacía un saque de puerta los comentaristas decía: No es que no hay tiempo ya no hay tiempo. Minuto 47:00 del segundo tiempo, se acercaba el final del partido, y Leonel recuperó la pelota, la toca al bendito Fajardo, el bendito Fajardo al Pibe Valderrama y en una pared inimaginable a tres bandas entre El Pibe, el bendito fajardo y Fredy rincón sucedió lo inesperado ¡GOL DE COLOMBIA!... En una entrevista que le hicieron en Golcaracol Willian vinasco dijo: Hoy, 22 años después, ese recuerdo permanece y hace llorar de nostalgia.

También ganamos Copa América en el 2001, gol de cabeza de Iván Ramiro Córdoba; teníamos arqueros que hacían escorpiones, jugadores que rompían paradigmas y marcaron historia, Hinchas que teníamos esperanza, fe y gloría en la selección; esa era la selección que daba gusto ver. Ahora todo es diferente, tan predecible y aburrido.

Hoy me sentía el ciudadano más hipócrita del País. Estaba sentado en un bar viendo el partido de hoy de Colombia frente a Uruguay, me sentía así primero porque yo no soy hincha de la selección de ahora y aparte de eso, para mi gusto ver un partido de fútbol en un bar me parece de quinta y como adición mezclarle licor. Y eso que yo estaba en un bar, hay gente que saca su televisor para afuera, convoca todo el barrio, cierran la calle, compran pólvora, hay tropel igual que en los estadios y para completar pierda o gane el equipo "Del alma" hacen sancocho. Es perturbador y ordinario este cuadro, así como es de ordinario ver a una mujer en el estadio de sandalia alta tipo romana. Y aunque muchos dijeron que jugó bien, yo me fui con una muy buena sensación de alegría, porque corroboré que esta no es mi selección.

Comentarios

  1. Bueno basto, respeto mucho tu opinión y en cierta parte estoy de acuerdo contigo sobre los "hinchas" que ahora si apoyan a la selección cuando estamos a un paso de un nuevo mundial.
    Gracias por recordar la época dorada de la selección Colombia, y de ese buen fútbol que tanto nos dio a conocer y respetar por parte de las demás selecciones. Esa selección que hoy se tiene como referente a superar.

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