7 Razones para no ir a misa con camiseta de fútbol

Una Halls me puede durar un día en el bolsillo antes de que me lo coma, pero una barrita de Halls de 12 unidades me dura menos de media hora, lo mismo me pasa con los Certs, Chiclets y el lonchi pack de Yupi.

La foto que ven arriba es una máquina de chicles que tengo en el escritorio de mi oficina, en la semana la he recargado más de cinco veces, quisiera tragármelos de un solo bocado, y no es por hacerle publicidad a Agogó pero ¿Qué sería de nuestra infancia sin esos esos chicles en bolita? cuántos centros comerciales nos recuerdan, cuántas tiendas de barrio y cuántas monedas de cien nos gastamos en esas máquinas donde metías dos monedas, girabas la perilla y por 200 salían como 5 bolitas.

Antes de continuar con esta columna quiero decirles que si esperaban las razones para no ir a misa con camiseta de fútbol, el titulo es una farsa, así como la noticia que circula por estos días acerca de que Paul Walker está vivo, que su muerte fue fingida con fines publicitarios.

No hay siete razones para no ir a misa con camisa de fútbol, solo hay una razón y es la misma razón por la cual no debes de comer spaguettis con arroz, ni tomar cerveza con hielo, ni ponerle backtones al celular, ni usar chancla romana con zuela que parece quesito, tampoco usar medias blancas con el pantalón oscuro de la oficina, ni echarse Deo Pies en el cuerpo cuando se te acabe la colonia, mucho menos echarse gomina en el pelo y mucho menos en las cejas, tampoco en las patillas.

La única razón es ¡No sea ordinario mi hermano!

Continuado con lo de mi ansiedad, bolitas de chicle, Certs y Halls; hoy les escribo desde mi casa y no de la oficina. Les escribo desde mi casa porque ayer fue festivo y hoy pa` rematar el puente nos dieron el día libre.

Pero un día libre en la casa es peor que ir a trabajar. Mi madre todo el día como todo un Director Técnico dando indicaciones:

-Levántese a comprar las arepas para el desayuno.

- Má espere me cambio.
- No vaya así que no puedo dejar ir a su papá a trabajar sin desayunar, y rápido que se enfría el chocolate. 

Y uno con pijama (de elefantes) y arrastraderas (de caucho color ladrillo quema´o, que de por si, los dedos sobre pasan la chancla y tocan el suelo) le toca ir a la tienda en severa pinta, con lagaña incluida y mal aliento. Hoy fue la primera vez que el señor de la tienda me miro con desprecio.

Yo con los ojos entre abiertos y pegados (por las lagañas) y le dije:

- Gorrimocho (ese es el apodo del señor) vea que le mande a mi mamá un paquete de arepas ¡Pero de las frescas, que o si no, se las devuelve! y la devuelta en bolitas de chicle. 

Esa es una frase típica cuando uno le va a hacer mandados a la mamá, y aplica para cualquier tienda, carnicería, superete y cafeterìa "Mi mamá le manda a decir que si no está bien bueno ¡SE LA DEVUELVE!

Si la frase no les funciona y les toca volver a la tienda a cambiar lo que compraron no se preocupe, a las mamás ningún mandado que uno les haga les queda bien hecho.

A mi me tocó regresar a devolverle las bolitas de chicle esta mañana a Gorrimocho, ya que no era bolitas de chicle si no "Un paquete de arepas y un té Hatsu de Litchi" ¡No tengo la culpa de que dormido entienda otra cosa!

Pero no solo las arepas del desayuno, mi madre no para de dar ordenes: Que tienda la cama, que barra, trapee, que hay un pegote en el teclado del computador (RedTube anoche), que uno cuando se levanta se baña, que no copie tantas bobadas en Facebook, etc...  

Todo esto me genera ansiedad y más que en la noche tengo presentación de Cuentería, otros dicen que lo que hago es más Stand up Comedy, pero en fin estaré haciendo lo que más me gusta, hablar mierda.

acá les dejo el dato por si esta noche no tiene nada que hacer, me vea en vivo y en directo.

¡Nos vemos en las calles!