No respondo



Nos sorprendemos por todo y por nada. He visto en Facebook y en Instagram por estos días un montón de personas subiendo la foto con la Coca-Cola que lleva su nombre grabado en la etiqueta.

Cada uno maneja sus redes sociales a su antojo y verá lo que monta, pero lo que me da rabia es lo campeche que somos. En Europa y Estados Unidos esa estrategia de mercadeo existe hace más de 5 años, es decir, ya está mandada a recoger, para un gringo o un europeo que salga su nombre en la etiqueta es tan poco importante como para nosotros el boletín del consumidor.

En cambio nosotros acá hasta botamos lágrima al pensar que realmente somos importantes para Coca-Cola y se inspiraron en nosotros para hacer la bebida cuando ni llegamos a moresco, ni a frutiño de zanahoria.


No falta si no que de ahora en adelante el nombre de sus hijos lo dejen en manos de la Coca-Cola y la utilicen los que pertenecen al culto de Maria Luisa Piraquive 
en los bautizos en vez del agua bendita.


Ya quiero ver que tan incluyentes son los de la Coca-Cola, será que sacan etiquetas con nombres como Wilder, Gerardo, Emilio e inclusive Norman, o para que suene más extranjero cambiemos la "N" por "Y" es decir Yorman, Yefrey, Yan, no creo que saquen este tipo de etiquetas porque los de Coca-Cola saben que todo nombre que comience por "Y" le baja a uno el estrato, el nivel académico y hasta la autoestima, pasando desde Yamile y de ahí pa´ abajo terminando en Yurani o Yeimy.


El día que entendamos que no le importamos a Coca-Cola y que no se necesita un balde con agua y Hielo para apoyar una buena causa, ese día dejaremos de ser un país subdesarrollado (Sobre todo).

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